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¿Es malo mezclar quemadores de grasa y alcohol? Explicación

Índice del artículo
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A la hora de utilizar un quemador de grasa, ¿se puede mezclar con alcohol?

En este artículo, vemos en detalle si es malo o no y cuáles son los posibles efectos secundarios y contraindicaciones de hacerlo.

Conclusiones clave

  • No se debe mezclar alcohol con quemador de grasa, dado que puede provocar efectos secundarios y reducir la eficacia de los suplementos.
  • Las bebidas alcohólicas ralentizan el metabolismo, contrarrestando el principal efecto de los quemadores de grasa.
  • Algunos ingredientes de los quemadores de grasa pueden interactuar con el alcohol provocando náuseas, dolores de cabeza y otros efectos secundarios.

¿Se pueden mezclar los quemadores de grasa con alcohol?

Se pueden mezclar los quemadores de grasa con alcohol

La respuesta sencilla, corta y rápida es: no. No se debe mezclar un quemador de grasa y alcohol. De hecho, no se recomienda consumir alcohol si queremos bajar de peso dado dado que aporta calorías vacías, en especial azúcares.

¿Por qué no se recomienda mezclar un quemador de grasa con alcohol?

Hay dos razones principales. La primera, que el alcohol limita el efecto de estos suplementos. La segunda, los posibles efectos secundarios e interacciones negativas.

Empecemos por el primer punto. ¿Por qué el alcohol limita los beneficios que ofrecen los quemadores de grasa?

Este tipo de suplementos, además de ayudar a quemar grasa más rápido, estimulan el sistema nervioso central, aportando energía y concentración. En otras ocasiones, además, puede ayudar a suprimir el apetito y a mejorar el estado de ánimo.

Por qué no se recomienda mezclar un quemador de grasa con alcohol

El alcohol, acaba con la mayoría de estos efectos:

  1. El alcohol es un depresor (1). Esto quiere decir que el efecto estimulante que nos ofrecen los quemadores de grasa, que deben ayudarnos a mantenernos activos, se pierde. También puede ralentizar el metabolismo.
  2. El alcohol contiene azúcar, lo que hace que aumenten los niveles de insulina (2), provocando que nuestra capacidad de quemar grasa se vea reducida.
  3. El alto aporte calórico que ofrece el alcohol reemplaza rápidamente las calorías que hayamos conseguido evitar con la supresión del apetito y las que hayamos quemado con el ejercicio físico y el efecto termogénico (3).
  4. Dado que el etanol es un elemento tóxico, se convierte en un combustible prioritario a metabolizar. Esto hace que la quema de grasa se convierta, automáticamente, en una actividad en segundo plano para nuestro organismo (4).

Pero como hemos mencionado más arriba, el alcohol no solo inhibe su potencial sino que también puede generar efectos secundarios.

no se recomienda mezclar un quemador de grasa con alcohol

Esto se debe a que algunos ingredientes de estos suplementos, como la cafeína, pueden tener interacciones negativas con el alcohol (5), tales como dolores de cabeza, náuseas, palpitaciones, etc.

Y por si fuera poco, toda bebida con alcohol produce deshidratación, algo que los quemadores de grasa también pueden provocar. La mezcla de estas dos sustancias pueden provocar que la recuperación del músculo tras el ejercicio físico se vea perjudicada.

Además, beber alcohol también altera los niveles hormonales, eleva los niveles de cortisol y reduce la testosterona.

Esto hará que la formación del músculo sea un objetivo aún más complicado, y la acumulación de grasa un trabajo mucho más sencillo.

Finalmente, cabe destacar el consumo de alcohol puede reducir las habilidades cognitivas. Con una menor capacidad de concentración, mantener una rutina de ejercicio saludable será aún más complicado.

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(1) Costardi, J. V., Nampo, R. A., Silva, G. L., Ribeiro, M. A., Stella, H. J., Stella, M. B., & Malheiros, S. V. (2015). A review on alcohol: from the central action mechanism to chemical dependency. Revista da Associacao Medica Brasileira (1992), 61(4), 381–387. https://doi.org/10.1590/1806-9282.61.04.381

(2) Steiner, J. L., Crowell, K. T., & Lang, C. H. (2015). Impact of Alcohol on Glycemic Control and Insulin Action. Biomolecules, 5(4), 2223–2246. https://doi.org/10.3390/biom5042223

(3) Battista, K., & Leatherdale, S. T. (2017). Estimating how extra calories from alcohol consumption are likely an overlooked contributor to youth obesity. Estimation des calories supplémentaires liées à la consommation d’alcool comme facteur potentiellement négligé de l’obésité chez les jeunes. Health promotion and chronic disease prevention in Canada : research, policy and practice, 37(6), 194–200. https://doi.org/10.24095/hpcdp.37.6.03

(4) Schutz Y. (2000). Role of substrate utilization and thermogenesis on body-weight control with particular reference to alcohol. The Proceedings of the Nutrition Society, 59(4), 511–517. https://doi.org/10.1017/s0029665100000744

(5) Tabrizi, R., Saneei, P., Lankarani, K. B., Akbari, M., Kolahdooz, F., Esmaillzadeh, A., Nadi-Ravandi, S., Mazoochi, M., & Asemi, Z. (2019). The effects of caffeine intake on weight loss: a systematic review and dos-response meta-analysis of randomized controlled trials. Critical reviews in food science and nutrition, 59(16), 2688–2696. https://doi.org/10.1080/10408398.2018.1507996

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